Chuckwalla is much more than land and shrubs; it is a sacred space that tells stories of resilience and life. Its towering mountains and winding canyons provide refuge for countless species, from the iconic Chuckwalla lizard to the vibrant wildflowers that bloom after the rain. The natural resources and ecological services it provides, such as clean air and water, are vital not only for the environment but also for the well-being of the communities living here.

For our Hispanic community, the designation of the Chuckwalla National Monument holds even deeper meaning. This land has cultural and historical significance, reminding us of our roots and our people who work here and learned to live on these sacred lands from the Indigenous people whom God placed here. With this designation, our Hispanic families and their youth now have a place to go to regain their physical, mental, and spiritual health. The protection of this monument ensures that these stories and connections to the land are preserved for future generations. It helps bridge the gap in access to nature that has historically affected communities of color and offers a safe and accessible space for our families. Chuckwalla represents justice, equity, and a promise that Latino families will have the opportunity to experience the beauty and peace of public lands.

Chuckwalla is also part of God’s creation; a gift that reminds us of his glory and the responsibility we have to be stewards. As Psalm 24:1 reminds us, “The earth is the Lord’s, and everything in it, the world, and all who live in it.” This designation reflects our shared calling to protect and honor his creation through advocacy and action. I am deeply grateful to all who made this possible.

I invite everyone to visit the Chuckwalla National Monument and experience the beauty and peace it offers. This is not just a victory for conservation but a victory for our children and their children, who will inherit this land as a legacy of love and perseverance, a testimony to God’s creation, and a lasting treasure for our Hispanic communities and beyond. Together, we can protect and cherish the land that sustains and inspires us.

By Pastor Gustavo Garza
Member of Por La Creación Faith-Based Alliance

Monumento Nacional Chuckwalla: Un Legado de Amor y Preservación

Como pastor, he dedicado los últimos 30 años a servir a las personas de la comunidad de Indio, California. Esta tierra no es solo un paisaje; es una fuente de vida, fe y herencia. Mi corazón está lleno de gratitud y alegría por la designación oficial del Monumento Nacional Chuckwalla el 14 de enero; protegiendo 644,000 acres de desierto en el sur de California, ofreciendo muy necesitado acceso a áreas de recreación al aire libre para Latinos, reflejando de años de trabajo arduo, defensa comunitaria y un profundo amor por el hermoso desierto que tenemos la bendición de llamar hogar.

Chuckwalla es mucho más que tierra y arbustos; es un espacio sagrado que cuenta historias de resiliencia y vida. Sus imponentes montañas y cañones serpenteantes son refugio para innumerables especies, desde la icónica lagartija chuckwalla hasta la vibrante flora silvestre que florece después de la lluvia. Los recursos naturales y servicios ecológicos que ofrece, como aire y agua limpios, son vitales no solo para el medio ambiente, sino también para el bienestar de las comunidades que viven aquí.

Para nuestra comunidad hispana, la designación del Monumento Nacional Chuckwalla tiene un significado aún más profundo. Esta tierra tiene una importancia cultural e histórica, recordándonos nuestras raíces y nuestra gente que trabaja aquí y aprendió a vivir en estas tierras sagradas de la gente indígena que Dios colocó aquí. Con esta designación, nuestras familias hispanas y sus jóvenes ahora tienen un lugar donde pueden ir para recobrar salud física, mental y espiritual. La protección de este monumento asegura que estas historias y conexiones con la tierra se preserven para las generaciones futuras. Ayuda a cerrar la brecha en el acceso a la naturaleza que históricamente ha afectado a las comunidades de color y ofrece un espacio seguro y accesible para nuestras familias. Chuckwalla representa justicia, equidad y una promesa de que las familias latinas tendrán la oportunidad de experimentar la belleza y la paz de las tierras públicas.

Chuckwalla también es parte de la creación de Dios; un regalo que nos recuerda su gloria y la responsabilidad que tenemos de ser administradores. Como nos recuerda el Salmo 24:1, “Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan.” Esta designación refleja nuestro llamado compartido a proteger y honrar su creación a través de la defensa y la acción. Este es un ejemplo de cómo proteger la obra de Dios a través de la abogacía. Estoy profundamente agradecido con todos los que hicieron esto posible.

Invito a todos a visitar el Monumento Nacional Chuckwalla y experimentar la belleza y la paz que ofrece. Que no es  solo una victoria para la conservación, sino una victoria para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, quienes heredarán esta tierra como un legado de amor y perseverancia, como testimonio de la creación de Dios y un tesoro duradero para nuestras comunidades hispanas y más allá.Juntos, podemos proteger y valorar la tierra que nos sustenta e inspira.

Por Pastor Gustavo Garza
Miembro de Por La Creación Faith-Based Alliance